viernes, 21 de mayo de 2010

¿Problemas en el transporte?

Por José David Vergara; Arturo García


En la Lima de hoy, donde todos necesitamos movilizarnos con facilidad, hacemos uso de diversos medios de transporte como taxis, combis, cousters, buses, el metropolitano y el tren eléctrico (grandes estafas las dos últimas). Pero, ¿quién no se ha quejado alguna vez, sobre todo las mujeres, de haber sido maltratados por el cobrador de una combi o por sus choferes? A pesar de todo, la combi es uno de los medios de transporte más usados y la seguiremos usando, así que deberíamos cambiar la situación.

Estaba viajando en un bus cuando de pronto escuché una voz aguardientosa que decía "apéguese, apéguese; al fondo hay espacio" seguido de un "porque acá estoy cómodo" y luego la discusión prosiguió. Esto me llevó a pensar en el por qué los cobradores casi siempre tenían una actitud agresiva o defensiva. Pasado el tiempo, en otra unidad de transporte, leí una frase que decía "mi educación depende de la suya" al lado del siempre leído "póngase el cinturón de seguridad". Esto me dio pie a dejar de quejarme de los cobradores y a comenzar a cambiar mis actitudes a manera de experimento.

Comencé por saludar al chofer y al cobrador de una manera cordial más que coloquial (“buenas tardes” en lugar de un “hola”). En la mayoría de los casos la primera respuesta fue una reacción de rareza como si yo estuviese loco, a pesar de ello me respondían el saludo con o sin querer hacerlo. Luego de ver esa primera reacción su trato para cambió favorablemente ya que ahora se referían a mí como “joven” y a la hora de cobrar me decían “por favor” (¿cualquiera diría que no es posible no?), al final del viaje muchos me daban las gracias, incluso antes de que yo se las diera.

Viéndolo de esta manera nos podemos dar cuenta de que muchas veces somos nosotros los causantes de que los cobradores actúen de una manera agresiva. Debemos de recordar que ellos muchas veces se ven obligados a actuar así porque nosotros desquitamos nuestro desconfort con toda aquella persona que nos brinda un servicio, especialmente por los servicios que pagamos ya que por pagar nos sentimos más que ellos (lo cual demuestra mucha ignorancia de nuestra parte), pues nunca reaccionaríamos así ante una "autoridad".

Sabemos cuáles son los principales problemas, pero ¿qué hacemos por resolverlos aparte de quejarnos?

4 comentarios:

  1. Bien es cierto que el transporte público en Lima es uno de los problemas que siempre se mencionan a la hora de hablar de desarrollo. Hay quienes argumentan incluso que, si se terminasen las combis, las couster y los ticos, Lima podría asemejar su calidad de transporte a cualquier ciudad europea. Nadie, sin embargo, se ha parado a pensar en aquellos que trabajan en los mencionados transportes, ni en sus vidas, ni en lo que ganan por tantas horas trabajadas al día, ni en la historia que hay detrás, ni tan siquiera en el por qué de su forma hosca de tratar a los viajeros. José David, te felicito por esta invitación a la reflexión, gracias.

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  2. Efectivamente Picapaia, José David hace un ingreso al terreno de la subjetividad de los sujetos que trabajan dentro del sistema y a la vez plantea una alternativa en la interrelación de dos elementos fundamentales: los prestadores del servicio y sus clientes: los ciudadanos de esta ciudad de nueve millones de almas... Buen post.

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  3. Bueno, no he tendio la oportunidad de conocer a José David, pero me parece muy interesante y, por su puesto, valioso el aporte que ha hecho con este post.

    Y sí, es cierto que muy pocas veces nos "ponemos en los zapatos del otro" y menos de un conductor de combi o el cobrador. Cuestión de tiempo o poca importancia, no lo sé, la idea es que ocurre poco.

    Cabe resaltar también que David a hecho dar cuenta que muchas veces uno, consciente o inconscientemente, trata de buscar excusas o culpables para dar razon del mal camino truncado del sistema en que se ha organizado el día a día de nuestras vidas fuera de casa.

    Finalmente, sería una grandiosa idea que todos los que lean esto o noten lo que David notó, pongan práctica un "ejercicio" símil al de él. Las personas que tienen este tipo de trabajo no tienen una vida fácil y seguramente son excluídos o maltratados por la sociedad, démosle una sonrisa y cambiésle el día.

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  4. Nos gusta mucho su artículo, es cierto que las asperezas comienzan tambien por los usuarios. Deberiamos darle mas tiempo al metropolitano y tren eléctrico para ser tan juiciosos no crees?

    Daniela Paredes y Mariana Sánchez.

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